El hombre caminó
La calle parecía larga ... el caminaba ... la caminaba,
imbuido en un mar de pensamientos encontrados,
cuando de repente se encontró frente a un abismo,
parado en su borde presagió que esto cambiaría su vida.
Dirigió la mirada hacia la profundidad, no pudo mensurarla,
a primera vista, porque en este caso la vista no le serviría,
solo distinguía las formas. Los sentimientos lo dominaban,
dudaba ... o solo buscaba la valentía necesaria para adentrarse
hasta el mismísimo fondo.
Comenzó con cuidado, asentando sus pasos firmemente,
no quería resbalar otra vez en su vida, pero se dio cuanta
de inmediato, que era mas inclinada la pendiente
de lo que pensó al principio ... continuó alentado, con seguridad,
brindados por los primeros pasos, pensó en asirse de algo,
pero sintió vergüenza ... se creía capaz de todo, empujado
por la juventud.
Cuando llegó al final del abismo, la confianza lo llenó,
pero, solo por un segundo, al ver delante muchos
caminos, si tener idea donde lo conducirían y hasta donde
podría llegar en la búsqueda insegura de ese algo.
Convencido de que ninguno se parecía a los que había
caminado antes, pensó en tomar uno al azar, o no, mejor
era tratar de ver hasta donde quería llegar, optó por
lo primero, siguiendo el camino de la intuición, lo veía
largo, volvió a meterse en sus propios pensamientos.
Mientras caminaba, no dio cuanta que el tiempo pasaba,
ni tampoco sentía temores a lo desconocido, así caminó,
... Le gustaban los retos, se sentía a gusto con lo que pensaba,
cuando de repente tropezó con algo que lo devolvió a la realidad,
y fue entonces, cuando se dió cuenta de lo peor que le pasaba,
casi lo gritó ... estaba perdido ¿ y ahora que ?, ¿como salía
de ese enredo ?, no sabia si volver y tomar otro camino ...
¿ O no, quería tomar ninguno ?, quiso huir hacia delante
y la realidad lo frenaba. DIOS ¿ ahora que hago ? ...
la fuerza, la valentía y los retos parecieron desaparecer
lo invadió la soledad, esa que ahoga, que angustia,
así se encontraba, cuando un rayo resplandeciente
llegó primero a su mente o primero a su corazón, eso
nunca lo sabrá ... el único camino que podía salvarlo.
Era el que ella estuviera enamorada y lo condujera
por el camino hacia y hasta la felicidad, porque todo
lo caminado hasta ahora, fue porque estaba animado
por un amor que nunca había sentido.
Era diferente, quería salir a la cima nuevamente
o quedarse con ella, era un camino que le pertenecía
a los dos, al fin y al cabo parte lo habían caminado juntos,
a pesar de los tropiezos, así fue como encontró
el único camino, que no solo lo había salvado, sino que
lo continuaría caminando junto a ella para siempre.
... Era el camino que conduce al amor. TE AMO.
lechería, mayo 2009
h. padilla carrasco