¡ te quiero ! ... ¡ te quiero ! ... ¡ te quiero !, decirlo no basta,
¡ te amo ! ... ¡ te amo ! ...¡ te amo !, decirlo no basta,
ni gritarlo tampoco me basta.
Es mi corazón, quien necesita desesperadamente abrazarte,
es mi corazón, quien necesita toda la vida adorarte,
es mi corazón, quien necesita por siempre alabarte.
¡ Oh Jesús !, necesito que derrames en él, tu gloria,
¡ oh Jesús !, él necesita de tu bendito amor,
¡ oh Jesús !, es a ti, quien necesita, eres su único señor.
Ahora mis lagrimas, son el riego para la felicidad divina,
ahora los latidos de mi corazón, marcan el compás de tu alabanza,
ahora te pertenezco, y adorarte es mi sublime oración.
lechería, julio 2009
h. padilla carrasco
No hay comentarios.:
Publicar un comentario